
Cómo cada mes, un martes recordamos las causas, tratamientos o diagnósticos de una enfermedad, dedicándolo al día mundial o europeo que se celebre en esa semana, el día 28 de julio, se celebra el día mundial contra la hepatitis y es el tema del que va a tratar nuestro blog en esta semana.
Las hepatitis son un grupo de enfermedades que se caracterizan porque producen inflamación en el hígado. Pueden ser debidas a bacterias, a virus, inmunitarias (nuestro organismo crea anticuerpos que producen la inflamación) o tóxicas (como las debidas al consumo de alcohol).
Hoy os vamos a hablar de los tipos más frecuentes de hepatitis virales:
HEPATITIS A
Se transmite por vía fecal-oral debido a la ingesta de aguas residuales que contienen este virus o si se han lavado alimentos con estas aguas, también si se mantienen relaciones sexuales sin protección con una persona infectada
El virus de la hepatitis A solo se reproduce en el hígado pero también lo podemos encontrar en la bilis, en heces y sangre.
Los síntomas son diarreas, falta de apetito, dolor de estómago, cansancio, fiebre e ictericia (piel amarilla) y duran entre dos a seis semanas en casos leves aunque pueden durar meses. Basta con un análisis de sangre para ver si está contagiado.
Generalmente la hepatitis A mejora en unas semanas sin tratamiento, sin embargo el médico puede recetar medicamentos para paliar los síntomas que produce.
También se puede evitar si nos vacunamos contra la hepatitis A. Esta vacuna se administra en dos dosis, entre los 6 y 12 meses y la segunda dosis entre los 12 y 23 meses. Sin embargo si quieres viajar a un país donde la hepatitis A es común, consulta a tu médico para vacunarte antes de iniciar el viaje.
HEPATITIS B
Se caracteriza por inflamación y necrosis hepática.
Puede causar un proceso agudo o crónico que puede acabar en cirrosis, insuficiencia hepática, cáncer de hígado e incluso la muerte.
El virus de la hepatitis B se transmite a través de la sangre o del contacto de fluidos corporales como semen, fluido vaginal o saliva de una persona contagiada. Se puede contraer a través de:
- Relaciones sexuales sin preservativo
- Compartir agujas con personas infectadas
- Uso de cepillo de dientes de persona infectada
- Si la mamá está contagiada se lo puede trasmitir a su bebé en el momento del nacimiento y a través de la leche materna.
Los síntomas más frecuentes de la hepatitis aguda son ictericia, fatiga, naúseas, fiebre baja, pérdida de apetito, dolor muscular y de estómago, dolor de cabeza y diarreas. No suele requerir tratamiento.
Las personas con hepatitis crónica puede que no tengan síntomas y con el tiempo pueden presentar daño hepático y cirrosis del hígado.
HEPATITIS C
El virus de la hepatitis C se transmite a través de la sangre. Las causas generalmente suelen ser por realizar prácticas de inyección poco seguras (el consumo de drogas inyectables y compartir el material de inyección), por no esterilizar bien el instrumental quirúrgico y por la realización de transfusiones de sangre sin haberla analizado previamente.
Puede causar infección aguda o crónica. La infección aguda suele ser asintomática y aproximadamente la mitad de las personas infectadas eliminan el virus en seis meses sin embargo, el 50% de las personas infectadas desarrollará enfermedad crónica.
Los síntomas en la hepatitis aguda suelen ser fiebre, cansancio, inapetencia, nauseas, vómitos, dolor abdominal, heces claras, orinas oscuras, dolor en articulaciones e ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).